miércoles, 27 de julio de 2011

ALERGIAS INFANTILES

¿QUÉ ES LA ALERGIA?
Se trata de una respuesta de nuestro sistema inmunológico ante un agente externo. Hasta aquí todo parece normal. El problema de la alergia surge porque la respuesta del organismo es exagerada y porque las sustancias que la producen (los alergenos) son, en principio, inocuas.



¿QUÉ TIPOS DE ALERGIA EXISTEN?
Se puede ser alérgico casi a cualquier cosa. Pero destacan sobre todo las siguientes clases de alergia:

• A los animales: perros, gatos, caballos, palomas...

• A los insectos: abejas y avispas.

• A ciertos alimentos: al pescado, el marisco, la proteína de la leche, el huevo, los frutos secos, el plátano, el kiwi...

• A algunos medicamentos: como los analgésicos o los antibióticos.

• A los ácaros del polvo: una de las más frecuentes.

• Al polen: denominada polinosis. Es una alergia estacionaria que aparece sobre todo en primavera, en la época de la floración de las plantas. Puede ser a las gramíneas, el olivo...




¿A QUÉ EDAD PUEDE APARECER LA ALERGIA?
Durante el primer año de vida: las alergias más frecuentes son las alimenticias. Sobre todo a las proteínas de la leche y del huevo. Por eso es muy importante seguir estrictamente las recomendaciones del pediatra en la alimentación del bebé, y a la hora de ir introduciendo nuevos alimentos.

A partir de los dos años: la alergia al polen no suele aparecer antes de esta edad. Las alergias producidas por animales, insectos y medicamentos pueden surgir en cualquier momento, basta que el niño se sensibilice y después entre en contacto con el alérgeno que las provoca. Al igual que la alergia al polen, son poco frecuentes en el niño muy pequeño.




¿CÓMO SE MANIFIESTA LA ALERGIA?
Las reacciones del organismo pueden ser muy variadas. En general, ante cualquier manifestación anormal en el niño: enrojecimiento de la piel o de los ojos, inflamación de algún miembro, dificultades para respirar... se debe sospechar de una reacción alérgica.

Lógicamente, de la gravedad de estas manifestaciones dependerán las medidas a adoptar. Porque pueden oscilar desde la administración de un simple antihistamínico que alivie los síntomas, hasta medidas de urgencia que eviten el choque anafiláctico.

Aquí tienes algunos ejemplos:
       
Alergia a los animales: Estornudos, picor y lagrimeo de ojos, asma, urticaria o eritema localizado
                                              
Alergia a un medicamento: Eritema, urticaria, mareos, dificultad para respirar,choque anafiláctico.
                                                                      
Alergia a la picadura de insectos: Inflamación y enrojecimiento de la zona afectada,habones, picor, nauseas, dificultad para respirar,choque anafiláctico.
                                                                                       
Alergia a los ácaros del polvo: Rinitis, asma.

Alergia a un alimento: Enrojecimiento de la piel, inflamación de las mucosas de la  boca, dificultad para respirar, vómitos, choque anafiláctico.

Alergia al polen: Estornudos, picor, escozor, lagrimeo, rinitis, asma.




EL ASMA
El asma se produce por una inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, de los bronquios principalmente, los cuales “se cierran” dificultando la entrada de aire en los pulmones.

Es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la infancia. Y puede aparecer como complicación o agravamiento de una alergia. Aún es más frecuente que un niño, antes de los cinco años, manifieste ciertos síntomas asmáticos, por ejemplo cuando está acatarrado: tos, sibilancias, dificultades para respirar... sin que esto implique la presencia del asma como tal.

Uno de los principales problemas del asma es la repercusión que puede llegar a tener sobre la calidad de vida del niño. Lo cual provoca no poca ansiedad en los padres, porque les resulta angustioso observar las dificultades respiratorias de su hijo.



¿QUÉ PODEMOS HACER?
Como hemos indicado al principio, los niños que padezcan cualquier tipo de alergia, así como asma, pueden y deben llevar un estilo de vida absolutamente normal, con las precauciones oportunas, claro está. Los padres deben evitar que se conviertan en niños “burbuja”, “esclavizados” por su dolencia, temerosos y preocupados por ella.

Lo principal es obtener a tiempo un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado, bien para resolver el problema, bien para aliviar los síntomas.


ALGUNAS RECOMENDACIONES

Medicamentos: Antes de administrar un medicamento debéis estudiar detenidamente su composición.
Contacto con ciertos animales: Antes de evitarlo a rajatabla conviene realizar un estudio del grado de afinidad que existe con el niño. Con una adecuada vacunación se resuelven algunas de las alergias producidas por animales.

Contacto con ciertos animales: Antes de evitarlo a rajatabla conviene realizar un estudio del grado de afinidad que existe con el niño. Con una adecuada vacunación se resuelven algunas de las alergias producidas por animales.

Alimentos: Debéis seguir estrictamente las indicaciones del pediatra para la correcta introducción de los diferentes alimentos en la dieta del niño. No olvidéis leer bien las etiquetas de los productos, y enseñar al niño cuando tenga edad suficiente qué tipo de alimentos debe evitar.

Insectos: Porque el niño tenga alergia a la picadura de las avispas o las abejas no le vamos a privar de salir a la calle, al jardín o al campo. Habrá que enseñarle de que forma se pueden evitar sus picaduras (fundamentalmente no molestando a los insectos). Y tener siempre a mano los medicamentos necesarios para evitar un posible choque anafiláctico.

Ácaros del polvo: Las recomendaciones preventivas que se pueden adoptar en casa, son muy sencillas: limpiar el polvo con una bayeta mojada en agua; poner una funda en el colchón; evitar las alfombras, cojines, y la ropa que pueda acumular mucho polvo; lavar la ropa de cama al menos una vez a la semana.

Polen: Debemos evitar las salidas al campo en plena época de polinización, así como viajar en el coche con las ventanillas abiertas. Seguid las recomendaciones de vuestro pediatra acerca de la utilización de vacunas antialérgicas.

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