martes, 28 de noviembre de 2017

AYUDAR EN CASA

Los niños, a menudo, consideran las pequeñas tareas como obligaciones difíciles y desagradables que les imponen cuando ellos preferirían hacer otras cosas. Aunque las tareas tengan poca importancia, muchas veces provocan disputas para lograr que se lleven a cabo.

Si se considera que cada miembro de la familia debe participar de la responsabilidad de las tareas de casa, especialmente si ambos padres trabajan, es mejor hacérselo ver al niño o niña desde el principio para que crezca con la idea de que ayudar en casa forma parte de su rutina diaria normal. Por supuesto que no hay que agobiar al niño con las tareas en la casa, pero unas pocas y simples responsabilidades ayudarán a sobrellevar el trabajo doméstico y enseñarán al niño a cooperar.

Cuando un niño aprende a realizar por su cuenta tareas domésticas y de autonomía, descarga a sus padres y maestros de un trabajo que de otro modo deberían realizar ellos. Al mismo tiempo, el niño comienza a participar en la vida de la familia y de la escuela de una manera más constructiva.

A menudo, los niños no adquieren el hábito de ayudar en casa si alguien lo hace por ellos. Cuando son un poco mayores, los padres cambian de pronto los papeles y les dicen: "esto debéis hacerlo vosotros", entonces es más difícil.
Por ello, es mejor aprovechar ese momento desde pequeñitos en el que ayudar es algo divertido. Además debemos tener en cuenta, que el enseñar a un niño a tener determinadas responsabilidades que cumplir en su casa, le ayudará a alcanzar un mayor grado de madurez, por lo que cuando sea adulto será una persona responsable.

Las tareas deben ser apropiadas a la edad y capacidad del niño pero resulta útil ir cambiándolas a medida que el niño crece, especialmente si hay más de un niño en la familia.
Habrá que establecer también un determinado momento para que realice la tarea, por ejemplo, poner la mesa antes de la hora de comer, recoger sus juguetes antes de ver los dibujos en la tele...

Cómo pueden colaborar en casa los niños de dos y tres años:

- Recoger los juguetes de su habitación y colocarlo en su baúl de forma sencilla y divertida. En esta labor inicial es aconsejable que lo haga siempre contigo porque 'le ayudas' a recoger.   

- Poner los pañales en la basura o la ropa sucia en el cesto. Ayudar a separar los calcetines.

- Dar de comer a una mascota. Regar las plantas.

- Vestirse solo. Ir al baño solito.

- Retirar su plato de la mesa y dejarlo en la cocina.


Cómo pueden colaborar en casa los niños de cuatro y cinco años:

- Ayudar a poner y quitar la mesa. Ayudarte en la cocina con las tareas fáciles.

- Ayudarte  a hacer su cama y recoger su habitación.

- Ayudarte a doblar toallas.

- Barrer.

- Ayudar en la compra doméstica y colocar las cosas en su sitio.


Cómo pueden colaborar en casa los niños de 6 y 7 años:

- Recoger sus juguetes sin ayuda. Tener el cuarto ordenado.

- Regar las plantas.

- Doblar calcetines.

- Ayudarte a enjuagar los platos.


Cómo pueden colaborar en casa los niños de 8 a 10 años:

- Lavar los platos.

- Cambiar las sábanas y hacer su cama solo.

- Limpiar (barrer, quitar el polvo, tener ordenada su habitación, etc.)


Cómo pueden colaborar en casa los niños de 10 a 12 años:

- Poner la lavadora.

- Realizar platos sencillos en la cocina.

- Limpiar sin supervisión.

- Sacar la basura.

Si la tarea que se le asigna es muy difícil para su edad, lo más probable es que se frustre, no la termine y le cueste colaborar en otras ocasiones. Por este motivo resulta imprescindible ajustar las demandas de los padres a sus años y capacidad de realizarlas. Además si no lo hace igual de perfecto que los adultos no importa, porque hay que darle valor a su esfuerzo y enseñarle a hacerlo mejor para la próxima vez.
Tan pronto como el niño sepa realizar por cuenta propia la mayor parte de la tarea habrá que recompensarle con cosas que le guste hacer.

Es muy importante también no hacer las tareas asignadas al niño si se le olvidan. Si deja su ropa en el suelo y siempre se la recogemos, no aprenderá que es una responsabilidad suya y pensará que da igual que la recoja o no. En lugar de esto, habrá que decirle lo que ocurrirá si a partir de ese momento se le olvida hacerlo. si su ropa está por el suelo, habrá que decirle que indicarle que la recoja o no habrá ganado la recompensa acordada.

Hay que tener en cuenta que cuanto más tarde comience el niño a ayudar en casa, más difícil será educarlo para que sea constante y ordenado en todo lo que haga. Si los padres animan a su hijo, hasta el niño más descuidado puede llegar a reformarse.



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