viernes, 29 de septiembre de 2017
lunes, 25 de septiembre de 2017
sábado, 23 de septiembre de 2017
LA SOBREPROTECCIÓN
Sobreproteger es proteger en exceso, es convertir a los niños en personas con muchos derechos y sin ninguna obligación, es la incapacidad para marcar unos límites, de imponer unas normas y unas rutinas imprescindibles para un desarrollo emocional, personal y social adecuados. Los niños sobreprotegidos y excesivamente mimados terminan recurriendo a la exigencia y al chantaje. Además, al salir de casa, no se sienten comprendidos al no recibir el mismo trato.
Una actitud sobreprotectora fomenta la dependencia y, por tanto, retrasa el proceso de maduración de los niños, impide el libre desarrollo de la personalidad y puede llevar al desarrollo de miedos. Al pequeño sobreprotegido se le da todo hecho, se le solucionan todos los pequeños problemas que se le plantean en la vida diaria, se le evita cualquier sufrimiento, en definitiva, no se le orienta o guía, sino que se vigila, controla, se hace "lo que sea" para que esté contento, para que no se contraríe, se le consiente, se le atiborra de cosas materiales, se le justifica por todo, no asume responsabilidades porque no se le deja, no tolera la frustración, no toma la iniciativa, siempre busca la ayuda de otro, lo pasa mal al separarse de sus padres...
Hay que dejar que los niños cometan sus propios errores para que maduren y aprendan de ellos, dándoles siempre el apoyo que necesiten. Un niño sobreprotegido suele ser tímido y suele sentirse inseguro.
Los padres tienen que ser conscientes de que las actitudes sobreprotectoras suelen generar enormes carencias en el desarrollo de los hijos que son difíciles de compensar cuando llegan a la edad adulta. Muchas veces sienten que no dedican a los hijos el tiempo suficiente hace que y lo compensan con esta actitud.
Hay que ofrecer a los pequeños una protección natural, dejarlos crecer en un marco de convivencia donde el diálogo y la disciplina sean valores fundamentales. Esta protección conlleva a cuidar a nuestros hijos, atender sus necesidades y quererles incondicionalmente.
Hay que aceptar a los hijos como son, no como nos gustaría que fueran. Es necesario aportarles seguridad marcando normas y rutinas elementales, haciéndoles responsables en el ámbito doméstico (responsabilidades adecuadas a la edad y a la capacidad de cada niño), no acostumbrándoles a obtener de manera fácil todo lo que quieren. Los niños deben tener límites claros para ellos.
Los niños necesitan, desde pequeños, que se les escuche, que se respeten sus ideas, que se les dé cierta libertad para tomar decisiones (aunque se equivoquen), tienen que llorar, protestar como descargas emocionales necesarias en cualquier persona, necesitan hacer actividades con otros niños (cumpleaños, deportes) al margen de sus padres. Hay que acostumbrar a los niños a que, poco a poco, tomen decisiones y afronten errores siempre con la orientación, cariño y apoyo de sus padres.
jueves, 21 de septiembre de 2017
martes, 19 de septiembre de 2017
lunes, 18 de septiembre de 2017
LA IMPORTANCIA DE LA PSICOMOTRICIDAD
Es importante fomentar y potenciar un ambiente rico en situaciones de ejercicio físico y comunicación corporal. El desarrollo psicomotor es fundamental ya que va a generar en los niños competencias, capacidades y potencialidades a través del movimiento, de la acción, de la interacción con el medio y de la relación con los demás.
A través de la psicomotricidad los niños adquieren el conocimiento del esquema corporal, el dominio del equilibrio, la coordinación global y segmentaria, el control de la inhibición voluntaria y de la respiración, la orientación en el espacio y en el tiempo, la definición de la lateralidad...
Además de los profesores, los padres desde casa pueden contribuir a que suhijo vaya adquiriendo una imagen ajustada de si mismo y desarrolle una buena autoestima realizando actividades sencillas, amenas y divertidas, que van a favorecer el correcto desarrollo de la coordinación visomanual, la orientación espaciotemporal, la coordinación general, la dominancia lateral, etc.
PEQUEÑOS EJERCICIOS Y ACTIVIDADES
Movimientos
- Gatear libremente sin chocar con los obstáculos de la habitación.
- Mover la cabeza hacia arriba, hacia abajo, hacia un lado y hacia el otro.
- Realizar movimientos con los brazos.
- Caminar a diferentes velocidades.
- Andar sin salirse de un determinado circuito.
- Correr libremente.
- Correr de una pared a otra.
- Mover las piernas libremente tumbados en el suelo.
- Saltar sin moverse del sitio.
- Dar saltos pequeñitos y saltos más grandes.
- Saltar desde un escalón no muy alto.
- Andar sobre una línea.
- Mover el tronco hacia delante, hacia atrás, a la izquierda y a la derecha.
- Intentar que se mantengan sobre una pierna.
- Agacharse y levantarse.
- Dar pasos largos y exagerados.
- Colocar varios obstáculos y andar sorteándolos.
Ejercicios y movimientos con las manos
- Mover solo las manos con los brazos pegados al cuerpo.
- Abrir y cerrar las manos.
- Cerrar las manos apretando con fuerza.
- Realizar movimientos de rotación con las muñecas.
- Coger objetos pequeños con dos dedos.
- Encajar piezas.
- Ensartar macarrones en un hilo.
- Mover todos los dedos.
- Con el dedo índice, tocar las partes del cuerpo que se le indiquen.
- Frotar el dedo pulgar con los otros cuatro.
- Teclear encima de una mesa como si tocara el piano.
- Arrugar papeles cada vez más pequeños.
- Desenvolver caramelos.
- Juntar y separar los dedos.
- Estirar el papel arrugado.
- Sacar bolas u objetos muy pequeños de un envase e introducirlos de uno en uno.
- Amasar bolitas de plastilina.
- Arrancar trocitos pequeños de un papel.
Otras actividades y juegos
- Jugar y desplazarse como diferentes animales.
- Colocar un cesto o caja e intentar encestar una pelota.
- Golpear un globo con la mano intentando que no se caiga al suelo.
- Jugar a ser "enanos" y "gigantes".
- Nombrar un elemento del entorno e ir corriendo a tocarlo.
- Rodar una pelota por el suelo.
- Conducir una pelota pequeña con un palo por un circuito establecido.
- Lanzar una pelota al aire o botarla y recogerla.
- Enseñarle juegos tradicionales: el escondite, la gallinita ciega, el corro de la patata...
- Bailar con él a diferentes ritmos.
- Garabatear, colorear, dibujar.
- Representar diferentes acciones: lavarse la cara, las manos, los dientes, ponerse la ropa, beber...
- Señalar y nombrar diferentes partes del cuerpo.
Cualquier actividad que se realice será beneficiosa: montar en bici, pasear, jugar en el parque, subir y bajar escaleras... De esta forma se contribuirá a que el niño adquiera las competencias y habilidades necesarias y fundamentales para aprendizajes posteriores, tan importantes como la lectura y la escritura.