¿Cuándo empezar?
El control de esfínteres aparecerá de manera natural en su desarrollo, cada niño madura a un ritmo distinto.
La mayoría lo han adquirido entre los 24 y los 30 meses, estando la edad media, del paso de los pañales al váter, en torno a los 27 meses.
¿Cuándo está preparado?
Existen signos que indican que un niño está maduro para comenzar a retirarle el pañal:
+ Te indica que desea orinar o hacer deposición.
+ Se dirige al orinal cuando se le pide que lo haga, incluso colabora para conseguir por ello un premio.
+ Se muestra incómodo si el pañal está sucio y te pide que se lo cambies.
+ Te sigue al cuarto de baño, para observar cómo se emplea el váter y se divierte imitando a los mayores.
+ Es capaz de mantener el pañal seco durante al menos dos horas durante el día o permanece seco después de la siesta o incluso por la mañana.
+ Se dirige al orinal cuando se le pide que lo haga, incluso colabora para conseguir por ello un premio.
+ Se muestra incómodo si el pañal está sucio y te pide que se lo cambies.
+ Te sigue al cuarto de baño, para observar cómo se emplea el váter y se divierte imitando a los mayores.
+ Es capaz de mantener el pañal seco durante al menos dos horas durante el día o permanece seco después de la siesta o incluso por la mañana.
¿Cómo iniciar el proceso?
Tal vez sea preferible al principio utilizar un orinal, antes que sentar al niño en la taza. La mayoría de los niños se sienten más seguros al poder apoyar los pies en el suelo.
Para que pueda familiarizarse con el orinal, anímalo a que se siente inicialmente vestido, y posteriormente sin pañales.
No le obligues a permanecer en él si no lo desea. Debe poder levantarse cuando él quiera, y en cualquier caso, no dejes que permanezca más de cinco minutos cada vez. Cuando quiera sentarse, debes permanecer cerca de él y hablarle, o leerle un cuento.
Suelen controlar antes el esfínter anal que el vesical. Empieza, por tanto, a entrenarlo en éste primero. Si tu hijo tuviera ya un cierto ritmo u horario (por ejemplo, después de una comida) procura sentarlo en el orinal a esa hora del día. Si manifiesta algún signo o actitud característica cuando quiere hacer deposición (como detener su actividad, retirarse a un rincón…), puedes intentar sentarlo en el orinal en ese momento.
Si tu hijo se retira del orinal sin ningún resultado, inténtalo de nuevo más tarde, sin regañarle. Si por el contrario emplea con éxito el orinal, debes darle un premio (una caricia, un abrazo, aplausos…).
Algunos niños aprenden como un juego, intentando enseñar a un muñeco.
Si se produjera un “accidente”, no le regañes, límpialo sin mostrar enfado.
Recuerda que cada niño es diferente y va adquiriendo el control de esfínteres al ritmo que le corresponde. Si el proceso resulta complicado, es preferible volver a poner los pañales durante unas semanas, para volver a intentarlo más adelante.
Como norma general, has de tener una actitud relajada en este tema. Es necesario tener en cuenta una serie de comportamientos que no deben darse como: Meter prisa al niño, amenazarle, reñirle, ridiculizarlo en público o ante sus hermanos, forzarle a usar el inodoro y ponerle dificultades involuntarias como ropa difícil de poner y quitar.